Un aprendizaje que por una parte nunca se da por concluido. Es una necesidad permanente, ya que todo individuo está a lo largo de toda su vida desarrollando sus capacidades, aportando nuevas soluciones a los diferentes problemas que presenta la convivencia, adaptándose a los nuevos retos etc. En cada etapa vital está presente el aprendizaje aunque con características y necesidades diferentes.
Entendemos el proceso de enseñanza-aprendizaje como aquella acción en torno a la cual se genera instrucción dirigida al logro del aprendizaje de contenidos, de procedimientos, de valores…
Existe un aprendizaje sin enseñanza pero lo verdaderamente importante es conseguir que toda enseñanza sea capaz de generar un aprendizaje eficaz. Enseñanza y aprendizaje son, así, los dos presupuestos básicos en torno a los cuales gira el proceso educativo.
1. Hacia una nueva cultura del aprendizaje.
El aprendizaje es una habilidad propia de todo ser humano. Somos seres abiertos, capaces de ir adquiriendo a lo largo de nuestra vida nuevos conocimientos, destrezas, valores, hábitos... La función del aprendizaje radica en esa posibilidad de interiorizar, de incorporar todos los elementos que forman parte de nuestra cultura a la vez que vamos respondiendo y satisfaciendo nuestras necesidades. Se ha hablado mucho sobre enseñanza y aprendizaje, llegando a separar ambos conceptos cuando son dos términos estrechamente interrelacionados. No tienen sentido si los separamos ya que toda propuesta de enseñanza reclama el aprendizaje y todo aprendizaje de calidad ha estado promovido de una u otra forma por una enseñanza de calidad.
Ahora bien, ¿Cómo definimos aprendizaje? Entendemos este concepto como todo cambio más o menos permanente de conducta que se produce como resultado de la práctica (Beltrán).
Siguiendo esta definición, un buen aprendizaje debe sustentarse en tres rasgos básicos que lo identifican como tal:
- Aporta un cambio duradero.
- Transferible a nuevas situaciones.
- Surge como consecuencia directa de la práctica realizada.
Gracias al nuevo conocimiento se reestructuran los conocimientos previos del individuo generando un nuevo modo de conocer y proceder.
El que aprende es el educando pues nadie puede aprender por otro. El papel esencial del educador consiste en organizar, planificar, guiar todo el proceso, para que gracias a su intervención, cada educando tenga todos los elementos necesarios para aprender, ¿Cómo? Creando las condiciones favorables para que se pongan en marcha los procesos de aprendizaje adecuados y promoviendo las condiciones óptimas para propiciarlo.
¿Cómo aprendemos?
En todo proceso de aprendizaje debemos diferenciar una serie de pasos, a lo largo de los cuales cada individuo va reconociendo, asimilando, reteniendo, transformando e integrando cada conocimiento de interés que se le presenta.
La primera fase de todo aprendizaje se denomina sensibilización, es decir, puesta en marcha de este proceso, marcado fundamentalmente por el interés y la motivación del sujeto que aprende y estableciendo relación con los conocimientos previos que tenga sobre este tema.
La atención, como segundo paso, va a facilitar que esos conocimientos nuevos sean realmente aprehendidos en todas sus vertientes. De su buen desarrollo va a depender todo el proceso posterior.
Ya en la adquisición se conjugan la comprensión, la retención y la transformación. Si no hay buena comprensión de ese conocimiento, difícilmente se podrá retener y transformar integrándolo en la propia estructura del educando.
La personalización en la que el sujeto, al hacer propios esos conocimientos es capaz de reorganizarlos, de darle un nuevo sentido, de buscar nuevas vertientes que amplíen, profundicen la comprensión y aplicación de los mismos.
La recuperación facilita al sujeto la posibilidad de recuperar y aplicar esos conocimientos en el momento en que los necesite.
La fase de transferencia se refiere a la capacidad del sujeto para trasladar y utilizar esos conocimientos en otras circunstancias o ámbitos diferentes a los que se produjo ese aprendizaje.
La evaluación corresponde a la última fase y se comprueba si todo este proceso ha logrado los objetivos previstos.
Dejando atrás las fases de todo aprendizaje es necesario decir que nos encontramos con numerosas críticas en las que se denuncia que los diferentes sistemas educativos no saben generar los aprendizajes necesarios. Se demuestra que cada vez sabemos menos y que las jóvenes generaciones salen de las aulas peor preparadas.
Sin embargo, este no es un análisis real, ya que estamos estudiando la situación actual con parámetros antiguos. Aparentemente sabemos menos pero es que no se incide hoy en día en la repetición de datos. Hoy en día se nos está exigiendo que aprendamos cada vez más cosas.
A día de hoy es necesario e imprescindible dominar y saber acudir a las fuentes, saber transformar datos, hechos y destrezas que necesitamos para atender cada nueva situación.
Es aquí donde debemos hablar del concepto aprender a aprender, y viene a decir que cada alumno ha de disponer de los recursos alternativos pero también saber cuándo y cómo utilizarlos.
Una cosa más y es que tan importante como aprender es la actitud a desaprender, es decir, aceptar la caducidad de los propios conocimientos y la necesidad de una formación permanente.
Algunos modelos de aprendizaje.
No existe un único modelo que explique cómo se aprende. Encontramos diferentes teorías.
El aprendizaje constituye un proceso dinámico de organización y cambio que significa la implicación de factores:
- Cognitivos; interpretación de la información.
- Motivacionales; necesidades del sujeto.
- Afectivos; actitudes hacia la materia, otras personas, el entorno etc.
- De destrezas; desarrollo de habilidades motrices…
Cada modelo de aprendizaje da más importancia a un factor que a otro. Vamos a distinguir entre los siguientes modelos:
- Cognitivo, lógico y de memorización: dirigido a la comprensión, integración y evocación para la solución de problemas con un alto componente teórico cognitivo.
- Por descubrimiento: el educador guía el proceso para que el alumno descubra conceptos y destrezas.
- Asociativo: ante un estímulo, el alumno asocia la respuesta correcta.
- Observacional: aprendizaje por imitación.
- De destrezas: atiende los diferentes procesos que intervienen en la adquisición de destrezas motoras. Integración de tareas que requieren respuestas motoras.
- Cooperativo: organización para el logro de metas comunes.
- Constructivo: proceso dirigido a la reestructuración del conocimiento por el propio sujeto.
- Experiencial: conocimiento mediante la reflexión.
2. Los estilos de aprendizaje.
Hemos de comenzar diciendo que los estilos de aprendizaje hacen referencia a como la mente procesa la información o como es influida por las percepciones de cada individuo.
A continuación vamos a comentar los modelos propuestos por Witkin, Kolb y Fry y Honey y Mumford.
Por su especial incidencia, nos detenemos en el análisis de los estilos denominados dependencia e independencia de campo (Witkin). Los juicios de percepción de algunas personas se encuentran frecuentemente influenciados por el contexto (campo dependiente) mientras que en otras, dicha influencia es mínima o inexistente (campo independiente).
Los estudios han puesto de manifestó que en la adolescencia, la independencia de campo se incrementa. A partir de los 35 años se invierte la situación y se incrementa la dependencia de campo.
Estamos ante dos formas distintas pero igualmente validas de aprender.
La clasificación propuesta por Kolb y Fry difiere de la anterior, pues parte del supuesto de que los adultos inician cualquier tipo de experiencia de aprendizaje de acuerdo con su propio estilo cognitivo y a partir de ahí intentan usar otros estilos, pero casi siempre con menor provecho.
Estilos de aprendizaje:
- Convergente: fuerte en la aplicación de las ideas, buen desempeño cuando hay una sola respuesta correcta, poco emotivo pues prefiere tratar con cosas que con personas y tiene intereses restringidos.
- Divergente: gran capacidad imaginativa, habilidad para generar ideas y ver las cosas desde distintas perspectivas e interesado en la gente y por temas culturales.
- Asimilativo: capacidad para crear modelos teóricos, destaca en razonamiento inductivo (la inducción es el razonamiento a partir de uno o varios juicios particulares, obtiene una conclusión de aplicación general), más interesado en conceptos abstractos que en personas y atracción por las ciencias.
- Adaptativo: su punto fuerte es hacer cosas, le gusta correr riesgos, se adapta bien a nuevas circunstancias y soluciona problemas intuitivamente.
Honey y Mumford destacan cuatro categorías de estilos, cada uno de ellos caracterizada por las siguientes destrezas esenciales:
- Estilo activo: animador, improvisador, descubridor, arriesgado y espontaneo.
- Estilo reflexivo: ponderado (que se comporta con tacto y prudencia), concienzudo, receptivo (es capaz de recibir sensaciones y estímulos), analítico y exhaustivo (que se hace con profundidad).
- Estilo teórico: metódico, lógico, objetivo, crítico y estructurado.
·- Estilo pragmático: experimentador, práctico, directo, eficaz y realista.
Para concluir este apartado conviene destacar y comentar la responsabilidad del educador:
Ayudar a las personas a comprenderse a sí mismas como alumnos.
Incitar a las personas a ampliar estilos de aprendizaje.
Utilizar varios modelos de enseñanza de modo que los alumnos experimenten distintas formas de aprender.
Crear un entorno favorable donde exista un clima de colaboración.
3. Las estrategias de aprendizaje: claves para aprender a aprender.
Debemos comenzar diciendo que con el término estrategia de aprendizaje hacemos referencia a todas aquellas secuencias de acciones planificadas, orientadas al logro de un aprendizaje específico.
Las diferentes acciones educativas se van dando en función del objetivo que se quiere alcanzar así como las características específicas del sujeto al que va dirigido.
Una estrategia de aprendizaje siempre conlleva intencionalidad y condicionalidad.
Las características que están presentes en toda estrategia de aprendizaje son:
· Son capacidades, habilidades, competencias mentales… que se desarrollan con la práctica.
· Se aprenden.
· Implican siempre una intencionalidad.
· Se plantean dentro de un proceso programado, por lo que integran habilidades, técnicas o destrezas que están coordinadas.
· Parten y utilizan selectivamente los recursos y capacidades que cada educando dispone.
· Sin dinámicas, flexibles y modificables en función de los objetivos propuestos y del contexto en el que se van a utilizar.
· Su puesta en acción precisa reflexión.
· Están estrechamente vinculadas con los contenidos de aprendizaje: conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Una vez que hemos definido que es una estrategia de aprendizaje y cuáles son las características que la determina, debemos abordar que tipos de estrategias encontramos para desarrollar las diversas propuestas de enseñanza. Tomamos como primera referencia la siguiente sistematización, en la que se parte de dos niveles de análisis. En el nivel superior se incluyen aquellas estrategias que se dirigen a organizar y facilitar el proceso de aprendizaje en general, mientras que en el nivel inferior se insertan ya las estrategias específicas que propician el aprendizaje de cada conocimiento concreto.
Nivel superior.
Estrategia de procesamiento de la información. Organizar, elaborar, integrar y recuperar la información.
Estrategia de apoyo (autoestima, ambiente idóneo para el estudio…)
Estrategias metacognitivas. Planificación, control y revisión de las estrategias.
Nivel inferior.
Habilidades o destrezas. Diferentes habilidades y técnicas de estudio como por ejemplo subrayar, tomar apuntes…
Conocimientos temáticos. Conocimientos previos propios del objeto de estudio.
Operaciones y procesos básicos. Procesos básicos de procesamiento de la información: memoria, atención…
No debemos olvidar que es necesario e imprescindible instruir sobre qué, cómo y cuándo debemos aplicar una estrategia.
Algunas estrategias y técnicas de aprendizaje.
No existen unas estrategias y técnicas mejores ni peores sino que todo depende del objetivo que se quiere lograr y del contexto en el que se van a utilizar.
Entre las que se consideran especialmente apropiadas para la Educación de Personas Adultas figuran las siguientes:
Mapa conceptual:
Objetivo: Presentar relaciones significativas entre conceptos. Aplicación: individual
Trabajo de investigación:
Objetivo: profundizar en un tema analizando sus causas y consecuencias. Aplicación: preferentemente individual.
Técnicas de trabajo intelectual:
Objetivo: facilitar la comprensión y asimilación. Aplicación: individual.
Grupo de discusión:
Objetivo: Intercambiar ideas para solucionar un problema. Aplicación: grupo pequeño.
Comunicación estructurada:
Objetivo: Reflexionar sobre situaciones complejas. Aplicación: grupo pequeño y mediano.
Trabajo en equipo:
Objetivo: tomar decisiones con la máxima participación. Aplicación: grupo pequeño.
Seminario:
Objetivo: Investigar sobre un tema. Aplicación: grupo pequeño.
Comisión:
Objetivo: estudiar un problema y presentar las conclusiones al gran grupo. Aplicación: grupo pequeño.
Foro:
Objetivo: enriquecer el planteamiento de un tema desde varios puntos de vista. Aplicación: gran grupo.
Torbellino de ideas:
Objetivo: generar ideas originales sobre una cuestión. Aplicación: grupo pequeño y mediano.
Torbellino de ideas negativo:
Objetivo: encontrar dificultades sobre una cuestión. Aplicación: grupo pequeño y mediano.
Estudio de casos:
Objetivo: estudiar analíticamente una situación. Aplicación: grupo pequeño y mediano.
Fragmentación:
Objetivo: descubrir propiedades y funciones no habituales. Aplicación: grupo pequeño y mediano.
Debate público:
Objetivo: intercambiar y confrontar ideas.
Aplicación: gran grupo.
El conjunto de estrategias y técnicas ofrecidas anteriormente tratan de favorecer tanto el autoaprendizaje como la participación y la responsabilidad de la persona adulta en su propio proceso de formación.